Cazuelita de gulas y atún a la bilbaína

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Categoría:Canapés

comensales

Comensales:2

dificultad

Dificultad:Media

elbaoración

Elaboración:15'

¿Tienes poco tiempo para cocinar? La cazuelita de gulas y atún a la bilbaína es tu plato. Resuelve una comida rápida con esta receta que une lo mejor de la cocina vasca con todo el sabor del atún claro Isabel. El Mar Cantábrico en tu mesa con una propuesta típica de la zona de Bilbao cuya popularidad se ha extendido por toda España.

Para realizar este plato solamente necesitarás 15 minutos. Descubre los 4 pasos que necesitas para elaborar esta cazuelita ¡ya!

Ingredientes

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  • Atún - 3 latas de atún claro en aceite de girasol Isabel
  • Gulas - 400g
  • Guindillas secas - 2 guindillas
  • Ajos - 4 dientes de ajo
  • Aceite de oliva - 30mL
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Elaboración

  1. Prepara el sofrito que le dará el toque intenso a nuestro plato. Para eso, empieza por pelar los ajos y córtalos en láminas. Mételos en aceite de oliva para que vayan cogiendo su sabor hasta que no los necesitemos.

  2. Retira las pepitas de las guindillas. Hazlo con cuidado, recuerda que es donde se concentra más el picante de esta planta. Corta cada guindilla en tiras con unas tijeras. No olvides lavarte las manos cuando hayas acabado para evitar que el rastro de picante quede en todo lo que toques.

  3. Dispón una sartén grande, añade un poco de aceite y sofríe el ajo. Cuando veas que empieza a coger un tono dorado, añade las guindillas. Rápidamente, echa las gulas y 2 latas de atún. Remueve pero no te despites: en 15 segundos estará listo. Retíralo del fuego para que las gulas no se peguen.

  4. Solo nos queda presentar el plato. Lo ideal es que las sirvas en unas cazuelitas con asas. Si no tienes, no te preocupes, en un cuenco pequeño también estarán muy buenas. Esta receta está pensada para 4 comensales, así que divide el contenido de la sartén en cuatro partes iguales y sirve cada una en su plato. ¡Buen provecho!

Truco

Una propuesta tan deliciosa como una cazuelita de gulas y atún a la bilbaína es uno de esos platos en los que nadie podrá resistirse a mojar pan al acabar. Nuestro truco para que el plato quede perfecto es que amases un poco las gulas con las manos mojadas con agua antes de echarlas al fuego. Con esto conseguirás que queden bien sueltas en cada ración.