ProductoAtún en aceite de oliva
Categoría:Canapés
Comensales:2
Dificultad:Baja
Elaboración:20'
Con la ensalada caprese de tomates cherry con rúcula, mozzarella y atún no necesitarás nada más para completar tu comida. Un plato muy nutritivo y contundente que te saciará sin que tengas que preocuparte por romper tu dieta.
La ensalada caprese tiene su origen en Italia y se caracteriza por la combinación de tomate, mozzarella y albahaca. Le hemos añadido atún en aceite de oliva para darle ese toque único que aporta el pescado azul.
Elaborar una ensalada caprese de tomates cherry con rúcula, mozzarella y atún es mucho más sencillo de lo que puede parecer. Si quieres sorprender a tus invitados, sigue nuestros pasos.
Ingredientes
Haz click en cada producto para tacharlo de la lista
- Atún - 1 lata de atún en aceite de oliva Isabel
- Tomates cherry - 10 tomates cherry
- Queso mozzarella - 1 paquete de bolitas de queso fresco mozzarella
- Albahaca - 7 hojas de albahaca fresca
- Aceite virgen extra - 4 cucharadas
- Vinagre - 1 cucharada
Elaboración
El primero será lavar bien las hojas de rúcula y colocarlas en un plato, cuanto más amplio mejor, haciendo una circunferencia.
Llena el centro de la cama de rúcula con los tomates cherry. Córtalos a la mitad y cubre el plato con ellos.
Ayudándote de unas pinzas para que no se deshaga, alterna los trozos de mozzarella con los tomates cherry ya colocados para que el plato quede bonito.
Haz lo mismo con las lascas de atún. Esta vez, colócalas por encima del tomate y el queso.
Para aliñar la ensalada, nosotros te proponemos que hagas tu propia vinagreta. Es muy fácil: pica seis hojas de albahaca en trocitos muy pequeños y mézclalas con cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra y un chorrito de vinagre.
Te ha sobrado una hoja de albahaca? Pues pícala bien y espolvoréala sobre la ensalada. Ahora solo queda que la disfrutes.
Truco
La ensalada caprese de tomates cherry con rúcula, mozzarella y atún es una opción ideal como plato principal. Nuestro consejo es que cuando se la presentes a tus comensales, dejes la vinagreta que has elaborado en un cuenco aparte para que cada uno se sirva la cantidad de aliño que desee. Recuerda que es un sabor muy característico y, por tanto, no apto para todos los gustos.